Historia

Wolfenstein: The New Order arranca con un prólogo en Julio de 1946 y hasta los títulos, no para un segundo. Una vez más tomamos el rol del ya legendario William “B.J.” Blazkowicz. Un yankee jodido que odia a los Nazis y quiere hacerlos crema. La macana es que la maquinaria Nazi está ocupando Europa a una velocidad impresionante y es cuestión de tiempo hasta que se apoderen del resto del mundo.

Contra todas las probabilidades, BJ se lanza con su pequeño ejército a detenerlos pero esta vez hay un giro muy importante en su vida y de un momento a otro estaremos tratando de sobrevivir en el año 1960, cuando la guerra ya terminó, pero no para BJ que se pudrió de todo y sale por su cuenta a buscar a su equipo.

Con guiños a personalidades y bandas de la época, la historia y cultura de 1960 en el mundo de Wolfenstein se re-adaptan a la ocupación Nazi. Básicamente el juego nos da su respuesta a la pregunta “qué pasaría si los Nazis hubiesen ganado la segunda guerra mundial?”

A lo largo del camino, nos vamos a encontrar con muchos personajes que dejan su marca en la vida de BJ y hasta lo hacen bajar un par de cambios, al menos por unos instantes. No te preocupes que este BJ tiene mucha nafta para revivir la nostalgia de las anteriores entregas y ser el violento de siempre. Recordemos que Wolfenstein: The New Order es una secuela directa del Wolfenstein de 2009, el cual es una secuela de Return to Castle Wolfenstein de 2001. En otras palabras, esta es la tercera parte de la remake.

La acción a través de diversos niveles (hay de todo) se integran con muchas escenas cinemáticas que están muy bien dirigidas y editadas. Los directores, Jerk Gustafsson y Jens Matthies, realmente se merecen un premio sólo por estas escenas. Si querías la película de Wolfenstein, ya la tenés con esta entrega. No necesitás más. La narrativa es fantástica y nos mete de lleno en todas las situaciones a pesar de lo cliché que sean. El juego no inventa nada pero tiene más de un mensaje y se aprecia enormemente el cambio a un BJ más humano pero manteniendo la garra que lo caracteriza.

Jugabilidad

Divertido y simple. Se siente muy bien. Wolfenstein: The New Order no inventa nada en el mundo de los FPS pero nos lleva de forma fluída de una escena a la otra. La magia y la intensidad se sienten cuando BJ atraviesa un momento aterrador, solo para volver a levantarse una vez más, tomar las armas que tiene a mano y salir con todo a volar cabezas y los engendros Nazis que se le cruzan por el camino. Es justamente estos cambios de ritmo complementados con la jugabilidad clásica lo que destaca esta entrega entre un mar de shooters que, a pesar de tener grandes nombres de Hollywood haciendo el guión, se sientan increiblemente repetitivos (si, sos vos, Call of Duty)

Hablando de enemigos, la inteligencia artificial se podría decir que es “correcta” estos Nazis no son los más astutos pero tampoco son patitos de feria. Dan pelea y muchos tiroteos son intensos aunque recomiendo jugarlo en la máxima dificultad (Über) o difícil (I am death incarnate!) para probar nuestras habilidades.

Con qué hacemos puré de Nazis? con un variado arsenal. No hay muchas sorpresas pero algunas armas se pueden actualizar. Desde un simple silenciador hasta un módulo laser para un rifle pasando por miras telescópicas y modos de disparo como un rocket launcher debajo del rifle de asalto. Bien variado para cambiar el balance de una pelea.

Dependiendo del arma, podremos cargar una de cada lado (dual wielding) para más efectividad aunque sacrificando la velocidad al movernos. Nada mejor que salir de una columna cargando dos shotguns automáticas y dejar el pasillo hecho un colador.

También tenemos un poderoso rifle laser, el arma que más actualizaciones posee. Además de rifle de asalto, sirve para quemar superficies débiles y hacer nuestros propios espacios para asomarnos y sorprender a los Nazis al igual que pasar por diferentes ductos de ventilación.

Mientras avanzamos, BJ narra lo que va sucediendo de forma muy sutil, agregando en su cabeza (y la tuya) información sobre los personajes que se cruza y lo que le toca vivir. Todo complementado con algún que otro detalle gracioso. A veces hasta comenta sobre su inminente muerte si nos tiramos de algún lugar alto y otros eventos un tanto…bizarros.

El juego no ignora sus raíces no sólo por la continuidad de la versión del 2009 sino que referencia de forma muy astuta a la primera entrega en el aspecto gráfico y en pequeños detalles. Inclusive tenemos un nivel del Wolfenstein original para hacernos llorar de nostalgia.

Pasamos por todas, desde un tétrico castillo Nazi hasta lugares con cielo azul (increible!) y otro lugar bastante particular que no te voy a spoilear pero al final del día vamos a sentir el esfuerzo de BJ y sus aliados para atravesar las situaciones más adversas. Cuando todo parece perdido, el juego nos sorprende y seguimos adelante en un escenario totalmente distinto.

El juego no se queda corto con la premisa de que “los Nazis son malos” hay más de un mensaje que nos va a llegar y esto es gracias a los diversos personajes con sus anécdotas de vida que podremos ver en las cinemáticas o en distintas cartas y mensajes que dejan a lo largo de los niveles. Sí, acá hay material para leer.

Hablando de niveles, podemos pasarlos haciendo pasta todo pero muchos lugares se prestan para jugarlos de forma stealth. El juego no incluye una característica en particular más allá de poder asomarnos por las paredes pero tenemos las herramientas adecuadas como un cuchillo que podemos lanzar (y clavar, por supuesto) al igual que silenciadores para el revólver.

En definitiva, Wolfenstein: The New Order permite realizar muchas misiones y segmentos de más de una forma, tomando diferentes caminos pero sin ofuscarnos en el proceso si no logramos hacerlo bien.

Una característica particular que se torna negativa es que para agarrar los items, tenemos que apretar un botón. Nada del otro mundo en PC pero un juego con un ritmo veloz como este, deja al jugador complicado en la versión de consola (PlayStation 4 en nuestro caso) al tener que apretar cuadrado en cada item, armadura y arma que vemos. Son muchos items que quedan esparcidos cuando terminamos de armar nuestra “alfombra de Nazis” y recordemos que BJ no tiene un inventario por lo que estamos un tanto obligados a agarrar todo. Pasar por arriba de los items como en los viejos juegos se hubiese apreciado mucho más.

Sonido

El sonido es lo que se espera de un título cuyas armas son también las protagonistas. En este caso son potentes y con el tono exacto para hacernos sonreir mientras disparamos. La música es excelente, acompaña con ritmos muy variados (Heavy Metal incluído!) y nos llena de energía para destruir todo. Esto es culpa del alocado australiano Mick Gordon que hace unos meses se llevó la ovación de los gamers por la fantástica música del nuevo Killer Instinct.

Mick agrega diferentes texturas a los temas haciendo de las cinemáticas y los momentos de mayor tensión, algo muy memorable. Cuando estén en lugares como el manicomio y la prisión, lo van a notar de forma instantánea. El tipo entiende perfectamente el tono que los desarrolladores quieren darle a cada escena y Mick lo traslada de forma impecable con un arsenal de variados instrumentos. Denle más trabajo a Mick!

Gráficos

Al igual que Rage, Wolfenstein: The New Order está potenciado por el motor gráfico iD Tech 5 y hay que hacer como la técnica de impresionismo. De lejos se ve genial pero si nos acercamos demasiado, las texturas no poseen la gran calidad de otros títulos.

Nada para asustarse, el juego se ve muy bien, la cantidad de texturas en pantalla es muy variada y la paleta de colores no se queda en los grises y marrones bastante quemados. Realmente hay de todo. Las animaciones de los personajes están muy bien logradas al igual que sus expresiones faciales que destilan un gran rango de emociones.

Un punto en contra en PC es que las texturas tardan en cargar cuando hacemos giros bruscos, algo que ya sucedía en Rage y se repite acá. Increiblemente, esto no sucede con la versión de PlayStation 4 asi que es algo con un eventual arreglo tocando un poco la configuración aunque a esta altura, no se puede perdonar.

Multiplayer

Wolfenstein: The New Order es también otro caso en el que los desarrolladores se quisieron enfocar en la campaña singleplayer por lo que no posee modo multiplayer. Aún así, no venía para nada mal el agregado de un modo online. Aunque sea un simple Deathmatch y Team Deathmatch para saciar la sed de los gamers en utilizar estas armas contra oponentes de carne y hueso.

Conclusión

Con una jugabilidad de la vieja época y sin muchas vueltas, Wolfenstein: The New Order es un candidato a juego del año. Un título brillante con muchos momentos memorables que agrega nuevas características de forma sutil sin perder la magia y la esencia del clásico que nos voló la cabeza en su época a los más viejos. Es hora de juntar todos los health y armor pickups y salir a matar Nazis.

Count to four, inhale; count to four, exhale

Wolfenstein: The New Order ya está disponible para PC, PlayStation 4, PlayStation 3, Xbox One y Xbox 360.

Pros:

+ La jugabilidad clásica que se integra con nuevas características
+ La historia y el renovado William “B.J.” Blazkowicz
+ Escenas cinemáticas brillantes
+ Excelente música de la mano de Mick Gordon
+ Buenos gráficos proporcionados por el motor iD Tech 5

Contras:

– En la versión de consolas, agarrar los items apretando un botón puede volver loco a más de uno
– Un modo multiplayer no le hacía mal a nadie
– Problema de popeo de texturas en la versión de PC

Nota:

9

Lionel Campilongo