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Estados Unidos autoriza a los ISP a cobrar “peaje” a los proveedores de contenidos


La Federal Communications Commission decidió en el día de hoy el voto positivo para la propuesta conocida hace algunas semanas, que implica la creación de “vías rápidas” de internet con precios diferenciados, en lo que se cree que podría cambiar dramáticamente la forma en que actualmente los consumidores utilizan internet.

La nueva y polémica disposición fue aprobada hoy por 3 votos a 2 (de estos últimos, ambos republicanos) e implicaría que los proveedores de servicio (ISPs) comiencen a cobrar tarifas diferenciadas a las empresas (como por ejemplo Netflix) para garantizar a sus consumidores velocidades altas de internet.

Lo que se temía antes de la aprobación de este nuevo plan era que las compañías más peqeñas terminen depredadas por las más grandes: las firmas que no puedan costearse una conexión más rápida deberán enfrentarse a rivales mejor posicionados desde un lugar desventajoso. Y, a su vez, esto podría afectar a los usuarios, en el momento en que las compañías grandes deban afrontar los gastos que implica tener mejores conexiones, el pago a los ISP provendría de aumentos en los servicios de usuario.

Si bien no se trata de una decisión definitiva, la votación de 3 a 2 en el seno de la FCC es lo bastante preocupante para las empresas de Silicon Valley que se reunieron hace una semana en un mismo reclamo para evitar este plan, así como para numerosas organizaciones que defienden la neutralidad de internet.

La propuesta forma parte de un proyecto más amplio que implicaba, por ejemplo, que los ISP no pudieran bloquear un sitio por si solos. Pero las asociaciones de consumidores dudan de que la FCC pueda llevar adelante acciones concretas que castiguen las actitudes anticompetitivas: la Comisión dice que solo invetigará las denuncias formuladas al mismo cuerpo, pero no son muchas las empresas que tienen el poder suficiente como para presentarse formalmente y denunciar ante la FCC.

Por ahora, y en tanto esta no es una decisión definitiva, quedan por delante cuatro meses de análisis público acerca de la disposición, lapso de tiempo después del cual la Comisión podrá optar por modificar el proyecto. Durante estos meses, la FCC deberá analizar las posiciones de buena parte de la opinión pública y empresas como Google, Facebook o Microsoft. Mientras que desde la otra vereda estarán los ISP como Verizon o AT&T, argumentando que sin la oportunidad de cobrar tarifas diferenciadas a las compañías no podrán invertir en mejores servicios para los consumidores.

Vía: WashingtonPost

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