11 julio, 2013
Apple está construyendo su sede principal en España en el centro de Madrid, proyectando una Apple Store de 6000 metros cuadrados. El problema fue que en el medio de la construcción, los obreros se encontraron con vestigios de un edificio del siglo XV.
Sucede que la nueva tienda de Apple estará en uno de los edificios de la plaza principal de Madrid, la Puerta del Sol, más precisamente en el inmueble uno, que está siendo reformado para tal fin. Para darle a Puerta del Sol el aspecto que tiene actualmente, se requirió de la destrucción de varias de las construcciones que rodeaban el edificio de la Casa de Correos (el punto central de la plaza) durante el siglo XIX. En 1854, entonces, fueron derribados la iglesia y el hospital del Buen Suceso, ambas construcciones del siglo XV, las cuales estaban en el mismo lugar que este edificio. Y fueron precisamente los muros exteriores del hospital lo que los obreros encontraron.
Vale decir, esta no es la primera vez que esas ruinas complican planes edilicios en el centro madrileño: en 2009, mientras se ampliaba la red de subterráneos de la Estación del Sol, se hallaron restos de la iglesia del Buen Suceso, los cuales fueron pertinentemente protegidos con un vidrio para que los transeúntes y pasajeros del servicio puedan verlos.
Jaime Ignacio Muñoz, del departamento de patrimonio de Madrid, dijo no estar sorprendido por el hallazgo, “porque se tenía constancia de que (estos restos) podían estar ahí“. Muñoz agregó además que el edificio que Apple está reformando “se encuentra en el conjunto histórico de la villa y está protegido como bien de interés cultural, por lo que cualquier actuación en el subsuelo debía contar con el visto bueno de Patrimonio“.
Ahora bien, en el caso del hallazgo de Apple, a diferencia que en el caso del metro, es probable que estos restos no estén abiertos al público, ya que al estar en el subsuelo de la tienda, es de suponer que la firma guardaría allí su stock. Lo interesante es que las autoridades metropolitanas permitieron a Apple continuar con la construcción, esto es, cubrir estos cimientos y que construir la tienda encima, pero idearon un plan para salvaguardar (de alguna forma) la herencia de aquél viejo edificio.
Originalmente, el pedido que le hizo la ciudad a Apple fue semejante al caso del metro: se le había solicitado a la firma que construya segmentos vidriados del suelo de la tienda para que los compradores pudieran observar desde arriba el aspecto de las ruinas. Pero luego esa idea se descartó porque, de acuerdo a Muñoz, las ruinas “carecen de excesivo interés desde el punto de vista visual”. En cambio, la ciudad pidió a la firma que se tracen líneas sobre el suelo de la tienda,que indiquen a los visitantes cómo era el hospital, pues solamente “son pura cimentación, importa más la información que aportan sobre la forma de los muros“.