28 junio, 2013
Dentro de los planes de Google para el futuro aparece la producción de una consola de juegos basada en Android y un reloj de pulsera inteligente. Este movimiento ha sido visto por los analistas como parte de una tendencia a expandir el sistema operativo, pero también como parte de una respuesta a posibles movimientos de Apple en ambos mercados. Actualmente Android ocupa el 75% de los smartphones y el 57% de las tabletas según la consultora IDC.
En lo que se refiere a la consola de juegos existen varios factores a tener en cuenta. Por un lado, la popularidad de los juegos basados en Android es enorme y con un crecimiento importante. Por dicho motivo nuevos dispositivos han sido desarrollados para aprovechar ese sector del mercado. Uno de los ejemplos más significativos es el de la consola Ouya, que ha logrado gran impulso y un precio reducido de U$S 99. Mientras tanto, Sony y Microsoft se disputan el sector de las consolas más potentes con Playstation y Xbox respectivamente. El mercado en el que actúan estas dos últimas opciones se calcula en U$S 24.900 millones.
El smartwatch de Google se conectará a los smartphones a través de tecnología Bluetooth. No es el único proyecto basado en Android, dado que Samsung también espera desarrollar un reloj inteligente con este sistema operativo.No olvidemos la oferta de Sony, ya presente en el mercado. Este hecho se ve alentado también por el próximo lanzamiento de una nueva versión de Android, que marcará una etapa de mayor libertad para las empresas a la hora de usar el sistema operativo. Es decir, además de tener la posibilidad de emplearlo para smartphones y tablets, Android estará “oficialmente” disponible para otro tipo de dispositivos. Claro que también vale preguntarse si el reloj inteligente de Google no llegará a competir con sus anteojos inteligentes.
Otro proyecto en el que está trabajando Google es una segunda versión del Nexus Q. Este dispositivo de streaming multimedia tenía como característica curiosa su forma esférica. La primera versión lanzada en 2012 costaba U$S 299, y debido a las críticas que recibió nunca fue lanzada a la venta al público. Este segundo intento se espera se produzca con un precio mucho más accesible.
Fuentes: WallStreetJournal, Telegraph
