13 febrero, 2013
Una empresa multinacional ha estado desarrollando en secreto un software cuyo nombre en clave es Riot (Rapid Information Overlay Technology), capaz de rastrear la actividad de cualquier persona a través de sus publicaciones o menciones en múltiples redes sociales como Facebook, Foursquare o Twitter, entre otras.
La compañía en cuestión es la contratista de defensa estadounidense Raytheon, una de las más importantes y poderosas del mundo. El periódico inglés The Guardian tuvo acceso a un video en donde se muestra al software Riot en pleno funcionamiento. Su operación es muy simple: tal como si se tratase de un buscador, se ingresa el nombre de la persona deseada y de inmediato el programa comienza a recopilar datos de diversos sitios y redes sociales, para luego elaborar un perfil completo de ese individuo, sus amigos, los lugares que visita con frecuencia, las compras que realiza, dónde tomó las fotos que compartió o donde fue etiquetado en redes sociales, etc.
Lo más preocupante del caso, es que, además del secreto con que este desarrollo se ha ido llevando a cabo, el video que se filtró y que fue publicado por el diario británico es del año 2010, lo que significa que desde entonces el software Riot seguramente habrá recibido un avance considerable en sus capacidades de detección y análisis de datos.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Z_Rop5KuNNk[/youtube]Tras ser consultado por fuentes periodísticas sobre este producto, Raytheon aseguró que el software “no ha sido vendido a ningún cliente”. Sin embargo, la compañía admitió que la tecnología fue compartida con el gobierno norteamericano y la industria como parte de una investigación conjunta para ayudar a construir un sistema de seguridad nacional capaz de analizar “billones de entidades” del ciberespacio.
El objetivo de Riot no sólo consiste en poder establecer el perfil de cualquier persona, sus actividades y sus relaciones sociales, sino también poder predecir sus acciones y determinar si representa una amenaza para la seguridad nacional.
Francamente, de ser cierto es para preocuparse, incluso si nuestras actividades rutinarias son comunes y corrientes. Tal parece que “la máquina” imaginada en la serie de televisión Person of Interest exista realmente, pero al revés de lo que sucede en la ficción, esto resultaría en un gravísimo atentado contra la privacidad de las personas.