7 enero, 2013
El argumento básico es que los ISP no tienen derecho a editar los contenidos de la web para sus usuarios. El encargado de la economía digital en Francia, Fleur Pellerin, dijo que había persuadido a la empresa proveedora de restaurar el acceso completo a la web. Esta declaración se dio luego de una reunión que mantuvo con varias firmas locales que trabajan en la comercialización de estos espacio publicitarios.
La empresa proveedora, Free, había producido los bloqueos cuando lanzó una nueva versión de su software de acceso a Internet. El programa cumplía la misma función que muchas aplicaciones ya existentes, que los usuarios pueden bajar para evitar ventanas emergentes y otros anuncios. Sin embargo, Pellerin consideró que el proveedor no puede tomar esta decisión de forma previa a la decisión de sus clientes. Además, señaló que la publicidad no podía tratarse de un modo diferencial al resto del contenido de la red. Por tanto, por principio la actitud de la empresa Free iba contra la idea de una red libre y abierta.
El incidente ha servido como disparador de la polémica sobre los costos de la infraestructura que sostiene el funcionamiento de la red. Muchas compañías proveedoras se han quejado de que gran parte de sus esfuerzos terminan en beneficios que son apropiados enteramente por otras empresas como Google. Se ha estimado que la política que Free ha tratado de llevar a cabo tiene que ver con este reclamo. El objetivo es ejercer presión para que Google y otros, que obtienen miles de millones de la publicidad online, se decidan a compartir una parte de dichas ganancias.
No hubo autoridades de Google en la reunión que sostuvo Pellerin y las empresas de publicidad por Internet. Pero sí estuvieron otros medios digitales y publicadores, quienes, curiosamente, mantienen sus propias disputas con Google.
Free cuenta con 5,2 millones de clientes y es controlada por Xavier Niél, un conocido emprendedor del ámbito tecnológico francés.
Fuente: NYTimes