La oferta de motherboards de MSI con el chipset Intel Z77 se encuentra segmentada en muchos modelos. En la gama alta encontramos a las placas madre Z77 MPower y a la Z77A-GD80. Un escalón más abajo se encuentran la GD65 y la G55, sobre la que trataremos en este review. Por debajo, también con el chipset Z77, encontramos modelos como las G45 y G43. Entonces, ¿qué es lo que distingue a la Z77A-GD55? El hecho es que se trata de un motherboard que aspira a brindar un paquete muy completo de las tecnologías disponibles en la actualidad, pero sin elevar demasiado el costo.

 

Características

Para empezar, la placa incluye componentes electrónicos de alta calidad, bajo el estándar de MSI llamado “Military Class III”. La idea es que son componentes de “grado militar”, lo que en concreto significa el cumplimiento de altas exigencias de durabilidad y tolerancia a elevadas temperaturas.

La apariencia general del producto es buenísima. En los Estados Unidos esta placa se consigue por U$S 150, pero luce como cualquiera de las que cuestan por encima de los U$S 200. El negro y el azul, en una  combinación afortunada, son aquí los protagonistas. La vista se dirige automáticamente al centro neurálgico de este motherboard, que se encuentra en el socket. A su alrededor encontramos unos generosos disipadores de calor para los reguladores de voltaje. Por cierto, la energía es provista por un sistema de 9 fases, lo que está muy bien para soportar el overclocking de procesadores Sandy e Ivy Bridge, que típicamente tienen un consumo base (sin OC) de 95 W y 77 W, respectivamente. Si bien esto está muy bien, aquí notamos una diferencia con su hermana mayor, la Z77A-GD65, que ofrece 12 fases para incursionar ya en el overclocking extremo.

La MSI Z77A-GD55 incorpora puntos para el control de voltaje, como ocurre en motherboards de mayor costo. Esto permite tener un control muy preciso y en tiempo real, utilizando instrumental de medición externo, del estado las tensiones eléctricas fundamentales.

Los zócalos para módulos DIMM de memoria DDR3 son cuatro y permiten colocar un máximo de 32 GB de memoria en configuración de doble canal. Es decir que cada zócalo soporta un módulo de hasta 8 GB.

 

Entre los dos slots PCI express x16 3.0 hay suficiente espacio para colocar de manera cómoda tarjetas de video de doble slot

 

Cerca de uno de los bordes encontramos tres botones para operar la PC: encendido, reset y overclocking automático. Sin dudas, se trata de un detalle muy bienvenido en un motherboard de costo mediano.

El sistema de overclocking automático funciona perfectamente. Con solo presionar un botón, el  motherboard se encarga de llevar la velocidad del procesador a 4 GHz, absolutamente estables. Por supuesto que el BIOS ofrece todas las opciones necesarias para lograr niveles de overclocking más elevados y a gusto del usuario. Sin embargo, un sistema automático que eleva la performance de manera significativa, sin riesgos y con un mínimo esfuerzo (basta con presionar un botón) es algo que muchos usuarios apreciarán.

 

Capacidades gráficas

El otro gran punto de interés de este motherboard es el subsistema gráfico. En principio, notamos la presencia de tres ranuras PCI Express x16 sobre la superficie del PCB. Sin embargo, son dos de ellos los que se pueden utilizar para configuraciones CrossFire o SLI. Estos slots utilizan el bus PCI Express 3.0, de máximo ancho de banda. En cambio, el tercer slot PCIe x16 utiliza bus PCIe 2.0 y se destina a usos generales. También para usos generales están dispuestos 4 slots PCIe x1. Este es otro motherboard donde se ha dejado de lado la compatibilidad con dispositivos con interfaz PCI de 32 bits (el viejo PCI tradicional). Sin dudas, esta es la dirección actual de la industria, que adopta PCIe 3.0 y por fin abandona los slots blancos PCI. Esto es algo que sólo será importante para quienes posean dispositivos “legacy” PCI.

Las salidas de video integradas en el motherboard nos servirán siempre que necesitemos utilizar la GPU de los procesadores Sandy Bridge o Ivy Bridge. Aquí las salidas son HDMI, DVI y VGA. A diferencia de los modelos MSI de categorías superiores (como la placa GD65), aquí no se integra la tecnología Lucid Virtu.

 

En el panel trasero encontramos dos puertos USB 3.0. También se destacan las salidas de video HDMI, DVI y VGA

 

Almacenamiento

El apartado del almacenamiento depende enteramente del chipset Z77 Express. O sea que no hay chips controladores agregados. Los puertos disponibles son seis en total. Dos de ellos son compatibles con el estándar SATA 6G, mientras que los cuatro restantes son de 3 Gbps. Se soportan los modos RAID 0, 1, 5 y 10, por lo que se puede considerar una solución cumplidora y efectiva, aunque con ciertos límites. Si necesitamos utilizar almacenamiento externo, nos vendrán bien los dos puertos USB 3.0 disponibles en el panel trasero. También hay un conector cabezal sobre el PCB para agregar otro conector de este tipo.

 

Conclusión

La MSI Z77A-GD55 tiene un BIOS muy flexible y componentes de calidad. El mother provee las conexiones necesarias para crear un sistema gráfico CrossFire o SLI. Además, permite overclockear el procesador de buena manera. Al ser un producto de gama media, algunas características se moderan a fin de conseguir un precio atractivo. No obstante, el producto mantiene un núcleo sólido de funcionalidades modernas y bien implementadas.

 

Ficha técnica

Socket  LGA 1155
Chipset  Z77 Express
Procesadores  Ivy Bridge, Sandy Bridge
Memoria  DDR3, cuatro zócalos hasta 32 GB
Expansión  2 PCIe x16 (3.0), 1 PCIe x16 (2.0), 4 PCIe x1 (2.0)
Almacenamiento  4 SATA 3G + 2 SATA 6G
Formato  ATX (305×245 mm)
Otros  SLI y CrossFire

 

Links

Página oficial

 

Pros

+ Buen BIOS

+ CrossFire y SLI

 

Contras

– Sin PCI tradicional

 

Precio

En USA: US$ 150

En Argentina: US$ 330

(AR$ 1630 al 23/12/12)

 

Fecha de lanzamiento

14/03/2012

 

Alberto Gasaglia
RedUSERS Labs

 

[Review publicado en POWER 110]