25 marzo, 2009
Más de una cuarta parte de quienes descargaron la nueva versión del navegador de Microsoft optaron por volver a la anterior.
Si bien se lo esperaba con entusiasmo hace varios meses, a menos de una semana de su explosivo lanzamiento, los usuarios no le dieron una cálida bienvenida al Internet Explorer 8, el nuevo browser diseñado por Microsoft.
Resulta que muchos de ellos, luego de probar la novedad, optaron por volver a la versión anterior.
El gigante del software sacó el nuevo producto para darle pelea a Firefox que, de un tiempo a esta parte, se convirtió en un duro competidor. En la actualidad, el 22% de los usuarios de la Web navegan a través del browser de la Fundación Mozilla y el 67% sigue utilizando IE.
Si bien el Explorer sigue siendo líder, hace años dominaba el 90% del mercado. El universo se completa con el Chrome –de Google-, Safari y Opera, todos ellos muy pero muy lejos de poder incidir en el resultado de esta guerra de navegadores.
Según informó la revista especializada InformationWeek, entre el jueves –día del lanzamiento- y el domingo, el 2,59% de los internautas descargó en forma gratuita la última versión del IE. Pero, ¡oh sorpresa!, el lunes el porcentaje de usuarios que utilizó el nuevo browser cayó a 1,86%, lo que representa más de una cuarta parte.
Como todos saben, los internautas (como nosotros) son seres propensos a no callarse nada y le hicieron saber a Microsoft cuáles son los puntos más flacos del nuevo integrante de la familia. Las principales quejas estuvieron dirigidas a dificultades con la impresión de documentos, problemas de búsqueda e imagen y con el peso del nuevo browser.
Las diferencias que presenta la nueva interfaz son casi imperceptibles para un usuario poco atento. Sin embargo, plantea nuevas funcionalidades entre las que se destacan los “aceleradores“, que permiten seleccionar una parte del texto, y tras desplegar en una pequeña ventana, pegarlo en un blog de Windows, enviarlo por correo electrónico, traducirlo o buscarlo en Google.
Además, ofrece navegaciones más seguras a través de filtros como SmartScreen y con mayor privacidad, bajo el modo InPrivate, que borra el historial e impide la instalación de cookies.
Pero claro, todas esas nuevas funciones no convencieron al exigente mundo de los usuarios, que siempre tienen la razón, y no por ser clientes, sino porque son quienes realmente emplean por completo este tipo de herramientas.