Llegó la hora de la verdad. Después de meses de especulaciones, rumores, teorías y filtraciones; la esperada Microsoft Surface salió al mercado para pelear por un lugar en el podio de tablets de alta gama. La apuesta de los de Redmond es grande, tal vez arriesgada, pero marca el camino a seguir para Windows 8 en un nicho donde es debutante absoluto.

En un universo dominado por el binómio Apple-Google, la Surface buscará destacarse con atributos diferenciales que la hacen realmente única en su especie. Su diseño, los cobertores con teclado incluido y su capacidad para transformarse en una excelente herramientas de oficina, son algunos de los pilares sobre los que se apoya para posicionarse como una tableta a tener en cuenta en la consideración de los usuarios móviles de todo el mundo.

¿Estará a la altura de las expectativas? Es difícil contestar una pregunta de carácter tan subjetivo. Pero para despejar algunas dudas, hemos decidido emprender una análisis en profundidad de cada uno de los principales aspectos del equipo, con vistas de determinar en que posición se ubica la Surface con respecto a sus competidores.

Diseño

Al hablar sobre el diseño de la Microsoft Surface, vale destacar la primera reacción que todo usuario tendrá al repasar su figura: Definitivamente, no se parece a ninguna otra tablet disponible en el mercado. Esto, sin dudas, representa un punto destacable para la terminal de los de Redmond, ya que en un mercado donde abundan los equipos que sólo se diferencian en algunos detalles de sus terminaciones (Sobre todo los comercializados con Android), es una bocanada de aire fresco ver uno con “personalidad propia”.

En este sentido, los materiales utilizados para su construcción se llevan gran parte del merito, ya que la aleación de magnesio le confiere un estilo muy atractivo y – sobre todo – robusto. A su vez, la figura despojada y geométrica, abundante en ángulos marcados y dominada por el gris oscuro, deja relucir un diseño netamente minimalista que ya forma parte de la nueva filosofía estética de Microsoft.

El frente es otro gran protagonista a nivel visual. No hay botones físicos, solamente uno, de tecnología capacitiva, que cumple la función de abrir la pantalla de Inicio. Este, la cámara para videoconferencias y los dos pequeños micrófonos, conforman los únicos elementos visibles junto a la generosa pantalla de 10.6 pulgadas.

En la parte trasera, lo primero que llama la atención es la incorporación de una muy útil bisagra( o Kickstand), que permite mantener de pié al dispositivo y resulta realmente cómoda para lecturas e, incluso, tenerla sobre nuestras piernas cuando estamos recostados. En la parte superior se rompe la hegemonía del metal con una banda de plástico (que seguramente alberga en su interior las antenas del Wi Fi y el Bluetooth) donde se ubica la cámara trasera.

Por último, en los costados se ubican los dos microparlantes, la entrada de audio de 3,5mm, los controles de volumen, el conector para el cargador y dos puertos que son un verdadero plus en la Surface: las entradas Micro HDMI y USB. En el borde superior se encuentra un pequeño botón que funciona como encendido/apagado y detrás de la bisagra, una entrada para una memoria Micro SDXC.

Ya ocupándonos de los accesorios, la versión que testeamos trajo la cubierta “Type Cover”, que es, ni más ni menos, que un teclado completo, similar al de una ultrabook. Este periférico, al igual que el “Touch Cover”, es muy fácil de anclar a la Surface mediante un imán y cumple una función similar a la del covertor del iPad, hibernando el dispositivo cada vez que se tapa la pantalla.

Ya cerrando este apartado, resta hacer una pasada por su peso y dimensiones, ejes centrales en el diseño de cualquier tablet. Aquí vale destacar un aspecto fundamental de la Surface: es cómoda pero es definitivamente grande. Su pantalla wide se destaca la usarla de manera horizontal, pero en formato vertical la cosa cambia radicalmente, volviéndose todo lo que veamos en pantalla excesivamente largo. Las medidas son similares a otras tablet de igual formato (27,3 cm), y su grosor de solo 9,3 mm.

El peso es otro item que le juega en contra. Después de un rato en manos se siente sus 676g e irremediablemente dan ganas de apoyarla sobre una mesa. Llamativamente, en un dispositivo que está pensado para aprovechar al máximo su movilidad, resulta mucho más cómodo utilizarlo de manera fija sobre un escritorio. En definitiva: Lo más seguro es que sus usuarios la utilicen la mayor parte del tiempo, como una laptop.

Hardware

La Surface incorpora, a nivel de hardware, un procesador Nvidia Tegra 3 Quad-Core corriendo a 1.3Ghz, 2GB de RAM; GPU GeForce ULP; dos opciones de almacenamiento interno (32 y 64GB); Wi-Fi Dual Band 802.11 a/b/g/n y WiFi Direct; Bluetooth 3.0; acelerómetro, giroscópio, cámara frontal y trasera de 1.2Mpx y batería de 31,5Wh (Watts p/ hora).

Estas especificaciones se traducen en un rendimiento fluido, correcto para un equipo de este nivel. Al contrario de las versiones anteriores de Windows, en esta no tuvimos que abrir el administrador de tareas para oxigenar los procesos. Aunque el comando Ctrl+Alt+Del todavía está disponible para su uso, la versión RT ha funcionado sin problemas durante las pruebas, mostrándose estable y sacando todo el provecho de la plataforma de Nvidia para mover su interface. La Surface no apabulla con su potencia, pero cumple holgadamente con su premisa de ser una terminal ágil y apta para desarrollar todo tipo de tareas (En el apartado de Software veremos más al respecto).

Pasando a la batería, nos encontramos con lo que, sin dudas, es uno de los puntos más altos de la tablet. El rendimiento es sencillamente impecable, permitiendo larga sesiones de uso sin necesidad de una recarga. Yendo directamente a los hechos, la utilicé todo un fin de semana de manera intensiva (juegos, Skype, navegar en la Red, crear documentos en Office) sin llegar a consumir toda la carga. Y si bien se trata de un componente de menor potencia que el iPad (Que posee una batería de 42.5 Wh), el rendimiento es muy similar.

En cuanto a las cámaras, existe la costumbre de no pedirle demasiado a las tablets, pero en este caso realmente decepcionan por lo discretas. Las fotografías no ofrecen una resolución elogiable y solo se destaca el lente frontal con captura en 720p, indispensable a la hora de realizar videoconferencias.

La conectividad también tiene sus pros y sus contras, ya que el excelente rendimiento Wi-Fi y Bluetooth no se ve acompañado por la posibilidad de agregar una tarjeta SIM para tener conectividad 3G cuando estamos en la calle. Esta opción está presente incluso en tablets de gama baja, por lo que es llamativo que Microsoft no haya decidido incluirlo en su producto.

Type Cover

Un diferencial con respecto a otras tabletas es la incorporación de dos protectores que hacen las veces de teclado y trackpad: el Touch Cover y el Type Cover. En RedUSERS Labs tuvimos la oportunidad de testear el segundo, similar al teclado de una ultrabook. Este accesorio resulta fundamental a la hora de aprovechar al máximo las bondades de Office 2013 y convertir a la Surface en una verdadera herramienta de trabajo. Sin ir más lejos, gran parte de este artículo fue radactado con el Type Cover, probando que la posibilidad de funcionar como una herramienta de oficina fue uno de los mayores aciertos de los ingenieros de Microsoft a la hora de encarar su diseño.

Adosar este teclado es sencillo gracias a los imanes ubicados en uno de sus bordes, que funcionan de manera similar al Smart Cover del iPad. A su vez, otro gran plus es poder utilizarlo como cubierta para proteger la pantalla del dispositivo.

Volviendo a la experiencia de uso, no es exagerado indicar que se siente igual al teclado de una laptop hecha y derecha. Las teclas tienen un buen tamaño, todos los comandos están a mano y el trackpad no muestra fisuras en su funcionamiento. Esto, más la incorporación del Kickstand, elevan las capacidades de la Surface hasta convertirla en “casi” un PC. Es necesario remarcar ese “casi”, ya que no hay que confundirse: Por más que incorpore prestaciones propias de una computadora de escritorio, la Surface es una tablet (Y más aún en su versión RT).

Por último, citando ya los puntos negativos, se encuentra la gran incomodidad de voltear el Type Cover para utilizar la Surface solamente como tablet. Al contrario del Smart Cover de Apple, la cubierta-teclado no puede ser doblada hacia atrás, ya que al hacer eso permanentemente tocamos los botones mientras la utilizamos, lo cual resulta molesto. Esto se debe a que el Type Cover cierra como una laptop, y hacer el movimiento contrario deja todas las teclas al descubierto.

Pantalla

La pantalla posee una relación de aspecto de 16:9, lo que la ubica en el rango de las Wide Screen. Esta medida, si bien resulta cómoda para mirar películas o realizar otras actividades multimedia, se convierte en un verdadero dolor de cabeza al utilizarla en modo “Portarretratos”, es decir, vertical.

El display (Cubierto por un cristal Gorilla Glass 2) utiliza la tecnología ClearType HD que, según Microsoft, permite mostrar mejores gráficos y tipografías que pantallas de mayor resolución. En este sentido, la Surface ostenta 1366x768p, números que le permiten ofrecer imágenes en muy buena resolución, pero sin llegar al territorio del Retina Display.

Al utilizarlo, responde de manera excelente, prácticamente sin ningún tipo de retardos. La mejor manera de probar sus bondades táctiles fue utilizando la App Fresh Paint, donde el recorrido del pincel luce totalmente natural, siguiendo milímetro a milímetro el movimiento de los dedos. El multitouch también ha dejado una buena imagen, aunque, al contrario de muchos de sus competidores, solo ofrece 5 puntos de toque simultaneo (Otros permiten hasta 10).

Software

La versión de Windows incorporada en la Surface testeada es la RT. Esta es, ni más ni menos, que la versión de Windows 8 para procesadores ARM. Es importante remarcar esta característica, ya que le confiere un carácter particular al sistema operativo y lo diferencia, en esencia, con Windows 8 para PC.

Un punto a remarcar es que Windows RT está más cerca de Windows Phone que de la versión de escritorio. ¿Por qué? En primer lugar, y para decepción de muchos, no permite instalar aplicaciones libremente, sino que deben ser descargadas del Windows Store (del que nos ocuparemos algunos párrafos más adelante). Para aquellos que quieran utilizar todo tipo de software en su Surface, deberán esperar la Salida de la versión Pro, que incorpora un chip Intel con arquitectura x86. En segundo lugar, esto recorta sus posibilidades como PC, pero lo acerca mucho más al universo móvil de las tablets, con su propio ecosistema de Apps y modos de uso que tienen un “lenguaje propio”.

En cuanto a la interfaz gráfica, Windows RT definitivamente está pensado para disfrutar de una experiencia totalmente touch. Esto no significa que el mouse sea inutilizable (al contrario, puede ser utilizado tranquilamente), sino que los mosaicos de la Modern UI (o Metro) llaman a que uno los pulse con los dedos. Por diseño y colores, utilizar el sistema operativo sin necesidad de cursor alguno convierte la experiencia de uso en algo completamente lúdico. La curva de aprendizaje no es larga, pero requiere de algunos minutos acostumbrarnos a un funcionamiento marcado por el deslizamiento entre pantallas o “swype”.

Como ya muchos sabrán, el botón de Inicio ha pasado a mejor vida. “Inicio” es ahora una pantalla completa donde tenemos a mano todas las aplicaciones instaladas en el dispositivo, dispuestas en mosaicos que se dividen en tres filas. Cada una de las Apps puede mostrar información en estos mosaicos, que se habilita o deshabilita de acuerdo a los gustos del usuario. Particularmente, encontré útil en algunas ocasiones tener la información a la vista (sobre todo en las apps de noticias y el tiempo), mientras que en otras resultaba algo molesto (los estados de las redes sociales actualizándose a cada instante colmaron mi paciencia).

Estos mosaicos, o “Live tiles”, pueden ser ajustados en su tamaño y ubicados en el orden que uno lo disponga, por lo que aquellas Apps que más utilicemos pueden ser posicionadas donde nos parezca más cómodo.

Volviendo al concepto de “deslizamiento”, Windows RT presenta cuatro movimientos fundamentales para navegar a través del SO:

Deslizando la pantalla desde el borde derecho, accederemos a un menú con cinco opciones: “Búsqueda” (permite rastrear cualquier termino, dentro de la Surface o en Internet), “Compartir”, un ícono para volver al Inicio, “Dispositivos”(podemos chequear las terminales vinculadas a la Surface) y “Configuración”.

Deslizando la pantalla desde el borde izquierdo, podremos “switchear” entre las app que tenemos abiertas, e incluso ver una lista completa de las mismas.

Deslizando la pantalla desde el margen superior, hacia abajo, cerraremos la app que estemos ejecutando.

Deslizando la pantalla desde el margen inferior, hacia arriba, accederemos a las opciones de la app (Si es que las tiene).

Una aclaración para los fans del escritorio “clásico” de Windows. No se preocupen, el flamante SO lo trae, pero se accede a él como si de accediera a una App. Una vez dentro podremos administrar los archivos almacenados usando el Explorador de Windows (documentos, fotos, música y videos), pasar información a un pendrive (O incluso mejor, ya que gracias a la entrada USB podemos adosar un disco rígido externo, tranquilamente) y trabajar con las herramientas de Office. Eso sí, como se aclaró antes, no hay botón de Inicio.

Ya dejando de lado la interfaz, es necesario destacar otro ítem diferencial de Windows RT, que es su soporte multiusuario. Esta característica, ausente en el grueso de los dispositivos móviles (Android la acaba de incorporar a la versión 4.2 de Jelly Bean para tablets) es fundamental para aquellos que comparten su terminal con otras personas. En la Surface podremos crear múltiples cuentas, con sus propias Apps, direcciones vinculadas e incluso, su diseño personal.

Quedan muchos puntos a analizar en profundidad sobre el nuevo Windows que serán tratados cuando realicemos una review exhaustiva de la plataforma. En esta ocasión consideramos que era más apropiado brindar un pantallazo general del SO, mostrando los principales aspectos con los que se topará el usuario que acceda por primera vez al mismo.

Aplicaciones

He aquí el gran talón de Aquiles de la Surface. Los ecosistemas móviles se sostienen, en gran parte, gracias a la cantidad de aplicaciones que saben albergar. Por eso, en días donde iOS y Android gritan a los cuatro vientos las cientos de miles de Apps de las que disponen en sus tiendas, es llamativo que el Windows Store sólo tenga…20 mil aplicaciones. Así es, menos que el Market place de WP, que App World de RIM, e incluso que la tienda Ovi de Nokia. Para un dispositivo de esta magnitud, pensado para pelear cabeza a cabeza contra el iPad, esta cantidad resulta menos que insuficiente. Microsoft aseguró días atrás que está cantidad aumenta a pasos agigantados, pero en los hechos es realmente decepcionante no encontrar ni siquiera aplicaciones oficiales de Facebook o Twitter. ¿Gmail? Brilla por su ausencia. E incluso varios de los más populares juegos del universo móvil no tienen aún una versión para Windows RT. En este sentido, Angry Birds Star Wars, JetPack Joyride y Cut The Rope, son algunos de los pocos títulos de gran popularidad a los que podremos acceder por estas horas.

Pero no todas son pálidas. Para enmendar la falta de Apps oficiales de Google, Facebook y Twitter, entre otras, Windows RT dispone de plataformas nativas para administrar todas nuestras redes sociales (actualizar estados, compartir contenidos, realizar comentarios, etc.) y gestionar nuestras cuentas de correo (Outlook, Hotmail, Gmail, Yahoo, etc.). A su vez, ofrece la interesante plataforma de Xbox, donde podremos competir contra amigos con los juegos que hayamos instalado, y bajar y reproducir tanto canciones, como películas.

Un caso particular, que merece ser destacado, es el de Internet Explorer 10. Resulta llamativo encontrar no una, sino dos versiones del mismo navegador, preinstaladas de fábrica. Cuando estamos en la interfaz Modern UI, se ejecuta la versión “Metro” del browser, más despojada y con un diseño acorde al nuevo estilo de Microsoft. Cuando estamos en el modo escritorio, con lo que nos encontramos es con la versión “clásica”, con las típicas opciones de una plataforma de estas características. El uso, en este sentido, puede dividirse en dos grandes grupos: Uno, pensado para aquellos usuarios que desean realizar búsquedas rápidas y consumir contenidos online fácilmente, y aquellos que utilizan Internet como una herramienta de trabajo, donde una interfaz clásica resulta mucho más amigable (Sin ir más lejos, me resultó mucho más sencillo trabajar en WordPress con la versión “normal”, con la URL a la vista, los favoritos y el botón de refresh a mano).

Pasando a los mapas, no tenemos la popular plataforma Maps, pero en cambio Bing Maps, la apuesta de Microsoft en este rubro, que cuenta con el apoyo de Nokia. Si bien no dispone de la cantidad de opciones que posee la app de Google, sorprende por lo completa y precisa de su cartografía. Ya que nombramos a Bing, hay que nombrar a su App dedicada, que no es otra cosa que la una home similar a la de Bing donde podemos realizar nuestras consultas. Simple y efectiva. A su vez, como “sub Apps” tenemos Big Weather (para chequear el clima), Bing Travel (viajes), Bing Finance (Finanzas), Bing Sport (Deportes) y Bing Daily (Noticias en general)

Otros servicios populares de los de Redmond, como SkyDrive y Skype, también tienen su versión para Windows RT. En el caso del servicio de almacenamiento en la Nube, posee una muy buena integración con el SO (y sobre todo con Office), permitiendo subir a sus servidores cualquier archivo que pase por el dispositivo. Con respecto al mensajero pro voz, su nueva versión adopta algunos lineamientos de la interfaz Metro, mostrándose más minimalista y práctico, pero igual de útil a la hora de realizar videoconferencias.

Por último, y para cerrar este apartado, la “frutilla del postre”: Office 2013 Home and Student Edition. La suite de herramientas de oficina es el gran caballo de batalla frente a iOS y Android, y en Microsoft lo tienen más que claro. El paquete incluye Word, Excel, Power Point y OneNote, y, en una acertada decisión, ha tenido un restyling pero sin llegar al diseño Metro que homogeniza al resto de las plataformas del SO.

Su uso, a estas alturas, ya no necesita explicación alguna. El popular conjunto de programas de oficina continúa siendo, en esencia, el mismo, y con el agregado de las cubiertas Type Cover o Touch Cover, le sacamos el jugo al máximo. Aquí es donde la firma de Steve Ballmer aventaja al resto y posiciona a su terminal como una de las mejores a la hora de usarla tanto como tablet, como ocasional laptop. A su vez, la integración con Skydrive permite compartir archivos en segundo, y la muy útil característica de Windows RT, que permite dividir la pantalla entre dos Apps, facilita el trabajo en esos momentos en los que estamos realizando algún trabajo y, por ejemplo, queremos hacer una consulta en internet sin tener que cambiar de pantalla.

Pero las novedades no terminan ahí, ya que además podemos almacenar los archivos en un PenDrive e incluso imprimirlos, algo que parecía imposible de concebir en una tablet. Acá la Surface tiene un as en la manga, y si lo explota de manera eficaz puede anotarse algunos “porotos” en la carrera por ser una de las tablets más populares del mercado.

Conclusiones

Microsoft ha hecho una apuesta muy grande con la Surface, un dispositivo móvil pensado para pelear en las “grandes ligas”, tanto por rendimiento, como por prestaciones. En este sentido, presenta claroscuros típicos de un producto que hace su primera incursión en un mercado dominado por ciertos estándares y donde existen terminales que funcionan como faros a seguir.

Es acertada la idea de los de Redmond de diferenciarse de iOS y Android. Su producto tiene identidad propia y eso nadie lo puede discutir. Incluso si se lo compara frente a otras tablets desarrolladas con Windows 8, la Surface posee un carácter distintivo que la diferencia del resto. El diseño es moderno, minimalista, funcional y – lo más importante – atractivo. La incorporación de cubiertas con teclado y trackpad incluido es también motivo de celebración, ya que le confiere a la Surface propiedades dignas de una laptop, sin dejar de ser una tablet. Lamentablemente, su peso y sus dimensiones son algo incómodos para un objeto que debe destacarse por su movilidad, un ítem del que Microsoft deberá tomar nota, en vista de próximas versiones.

El rendimiento es fluido, sin sobresaltos y acorde al hardware que lo sostiene. No nos hemos encontrado con ninguna “Pantalla azul”, o con mensajes de error que forman parte del prontuario negativo de Windows. Su performance en líneas generales es más que satisfactoria, y no ha presentado problemas con ninguna aplicación.

Finalmente, en cuanto a las aplicaciones, la gran falencia del dispositivo es su escasa oferta de títulos, sobre todo en un mercado donde compite con rivales que ostentan más de 700 mil Apps disponibles. Si bien se hace fuerte con el paquete Office, no todo se limita procesadores de texto y planillas de cálculo; el ocio ocupa un lugar importante y es decepcionante no poder bajar los juegos más recientes o las herramientas sociales más utilizadas.

En definitiva, la Microsoft Surface es una terminal sumamente interesante por prestaciones, diseño y la posibilidad de acercar el “mundo PC” al ecosistema móvil de las tablets. Resta saber si sus puntos débiles serán reforzados por el fabricante y si podrá posicionarse como una de las terminales más populares del mercado. Tiene con qué, ahora falta el veredicto de los consumidores.

Especificaciones técnicas

Procesador Nvidia Tegra 3 T30 – Quad Core 1.3Ghz
GPU ULP GeForce
RAM 2 GB
Pantalla 10.6” ClearType HD –TFT Capacitiva
Resolución 1366 x 768p (148ppi)
Puertos USB v2.0, MicroHDMI, Aux 3.5mm
Cámaras Frontal y trasera 1.3Mpx (filma 720p)
Sistema Operativo Microsoft Windows RT
Dimensiones 274.6 x 172 x 9.4 mm
Peso 676 g
Almacenamiento 32/64GB
Wi-Fi 802.11 a/b/g/n, Wi-Fi Direct, dual-band
Opcionales Type Cover, Touch Cover
Batería Li-Ion 31.5 Wh

Precio en EE.UU. : U$S 499 (Sin cobertor).

Adicionales:

Touch Cover: U$S119
Type Cover: U$S129

Pros:

-Diseño robusto y elegante

-Rendimiento fluido

– Batería de excelente rendimiento

– Desempeño como herramienta de oficina (Gracias a Office 2013 y el Type Cover)

– Soporte multiusuario

-Integración con Skype

Contras:

– Peso y dimensiones

– Cámaras de baja performance

– Pantalla con sólo 5 puntos de toque simultáneo

– Muy pocas aplicaciones

Puntaje: 9

Juan Marco Castiglione

RedUSERS LABS