Apple tiene acostumbrados a sus usuarios a la larga vida de sus equipos. Por ejemplo, mi primera Mac —una iMac “huevito” modelo “FlowerPower”— (sí, leyeron bien… el de las florcitas de colores en la carcaza) fue mi equipo principal por casi seis años. Mi segunda Mac, una MacBook original (la “blanquita” como le dicen los maqueros) fue mi aliada durante cuatro años más. Y ahora, escribo este artículo en una MacBook Pro modelo 2009 que no creo vaya a actualizar ni este año, ni el próximo. Y es que como Apple controla el hardware y el software, cada nueva iteración de Mac OS X pule las asperezas de la versión anterior y uno siente que todo fluye, sin inconvenientes.
Sin embargo, mientras uno tiene esa sensación de paz con su equipo, la tecnología avanza, y a pasos agigantados. Es por eso que cuando recibí la MacBook Pro “Mid 2012” para testear y me puse a jugar un rato con ella, noté un salto de performance realmente significativo que no imaginaba.
Tradición minimalista
Ya desde la caja uno puede percibir el aire minimalista que rodea a los equipos de Apple. Al abrirla, encontramos el equipo listo para ser retirado (sin demasiados plásticos ni telgopores), el cable de alimentación, el manual (de pocas páginas) y nada más. Ni adaptadores, ni “cosos”, ni software trials, ni cupones de descuento, absolutamente nada más, así podemos concentrarnos en enchufar el equipo, presionar el botón de “Power”, y usarlo. Además, viene con el tradicional “perfume Apple a nuevo”, ese aroma particular que poseen todos los dispositivos de Apple cuando los sacamos de la caja (¿sabían que hasta se puede comprar como fragancia para ponerse encima?).
Un modelo “evolutivo”
Desde finales de 2008 aproximadamente, todos los equipos de la línea MacBook Pro poseen exactamente el mismo aspecto exterior. Construido en una sola pieza firme de aluminio, pantalla LED “glossy”, finas curvas redondeadas y los puertos justos y necesarios, este último modelo no es la excepción. Sin embargo, cuando uno lo enciende y comienza a hacer algunas tareas básicas con él, nota que por dentro las cosas son muy diferentes.
Pero arranquemos por los datos duros. La Mid 2012 de 15” posee un procesador Intel Core i7 de 2.3GHz, 4GB de RAM, tecnología gráfica NVidia GForce GT 650M, 500GB de almacenamiento y corre la última versión de Mac OS X “Mountain Lion”.
Mirándola “de afuera” encontramos dos parlantes a los laterales del teclado (que por cierto, tiene retroiluminación que se ajusta al ambiente), dos puertos USB 3.0, un puerto Firewire, slot de memoria SD, entrada de micrófono, salida de audio, conector Thunderbolt y un conector Ethernet tradicional. De otro lado está la unidad óptica de DVD. No hay más chirimbolos ni botones por ningún lado, respetando la filosofía minimalista de todos los diseños de Apple.
En funcionamiento
Lo primero que uno nota cuando utiliza este equipo es su velocidad de respuesta a los comandos de ejecución de usuario. El proceso de arranque dura menos de veinte segundos. Una vez que está el sistema operativo en pantalla, cualquier clic que hagamos en cualquier ícono, menú, aplicación, página o rincón de la pantalla nos devuelve una respuesta casi instantánea. Lo primero que probé cuando recibí el equipo fue abrir Safari (en mi opinión, el navegador más rápido del momento) y entrar a Youtube para ver un video en 1080p a pantalla completa (sorpresa mía fue descubrir que mi conexión a Internet no era tan mala como lo pensaba). Resulta que carga las páginas con una velocidad realmente notable (lo que me hizo replantearme el temita de la actualización de mi vieja MacBook Pro). Y cuando el video comienza su ejecución… comienza la experiencia.
El equipo que estoy probando en este momento no tiene pantalla retina display. Aún así, la pantalla de 15”es una maravilla: colores vivos, nitidez, produndidad, alto contraste; es realmente un placer para los ojos. Con una resolución estándar de 1440×900 queda bastante espacio para tener el navegador abierto con la página completa y alguna que otra aplicación flotando por ahí. Además, el brillo se ajusta automáticamente a la iluminación ambiente en la que se esté usando el equipo.
Alta performance para tareas intensivas
Ahora bien, mirar videos, usar Office, navegar, chatear, editar fotos, son todas tareas cotidianas que uno puede realizar en un equipo de antaño como el mío sin ningún tipo de problemas. Es en las tareas intensas donde notamos que el i7 despliega todo su poder. Por ejemplo, ahora todo el mundo puede capturar video en HD con su celular o su cámara de fotos. El “dolor” viene después, cuando uno quiere importar ese video a su editor, hacer la edición y convertirlo en un formato comprimido para subir. Bueno, absolutamente todos los tiempos de éste proceso son ven drásticamente reducidos con i7. Lo mismo sucede en la rama del audio profesional (a la que yo me dedico). Un equipo de estas características tranquilamente puede gestionar más de 100 canales de audio/midi simultáneos con un sinfín de plug-ins de procesamiento de efectos.
Los fanáticos de la fotografía encontrarán en éste equipo que la combinación entre la pantalla, la velocidad del procesamiento para manejar imágenes de gran tamaño y el excelente software que hay disponible para Mac OS X convierten a la MacBook Pro en un ambiente de trabajo ideal.
La convergencia iPad/MacBook Pro
Una de las características de los equipos MacBook Pro que más me gusta es que el trackpad ahora puede ser utilizado como una superficie táctil que soporta los tradicionales gestos de iOS. Se puede arrastrar componentes con dos dedos, agrandar o achicar fotos haciendo el gesto que hizo popular al iPhone, recorrer una página hacia arriba o hacia abajo con tres dedos y mucho más. Esto hace que muchas veces nos olvidemos de la existencia del puntero e interactuemos de forma mucho más directa con lo que está sucediendo en el monitor.
El software
Más allá del hardware, el principal valor agregado que ofrecen los equipos Apple es el software. Como mencioné anteriormente, como Apple controla el hardware y el software, con lo que todo es óptimo y mucho más integrado. Mountain Lion funciona de maravillas en este equipo, con una excelente fluidez y velocidad de respuesta. Esta versión del sistema operativo es un paso más en la convergencia iOS/Mac OS X, por lo que hay muchas funcionalidades e interfaces que son muy similares a las de un iPad. El “Launchpad”, por ejemplo, nos muestra las principales aplicaciones del sistema como íconos que ocupan toda la pantalla. “Mission Control“ es un gestor de ventanas muy práctico para cuando tenemos varias aplicaciones abiertas. El sistema de búsqueda es rápido y devuelve resultados de su base de datos que incluye absolutamente toda la información del sistema. Y la interfaz general del sistema operativo se ve simple y amigable, como casi todos los productos de Apple.
Además, Apple proporciona todo el software que necesitamos para usar nuestro equipo en el día a día sin problemas: Safari para navegar, iTunes para escuchar música, iPhoto para gestionar nuestra biblioteca de fotos, Garageband para componer música, iMovie para editar películas, Mail, etc. Todo está listo y configurado para ser utilizado ni bien se enciende el equipo por primera vez. Se extraña una suite de oficina (Pages, Numbers, de Apple, hay que adquirirlos por separado), o por lo menos una demo de Microsoft Office para Mac OS X.
Aunque sería un mejor equipo si…
Todo es mejorable, y este equipo no es la excepción. Hay dos puntos que a mi entender harían de éste un equipo ideal. El primero tiene que ver con una cuestión de diseño, y es la batería interna no removible. Si bien esto afecta a toda la gama de productos Apple (desde 2008 aproximadamente, para cambiar la batería, hay que llevar el equipo a un técnico), y la batería de este equipo en particular dura más de 7 horas de uso intenso, lo cierto es que uno podría pasar un largo viaje mucho más tranquilo sabiendo que ante cualquier eventualidad tiene una batería cargada de repuesto.
El otro punto mejorable es la cuestión de la memoria RAM y el almacenamiento en disco. 4GB de RAM y 500GB de HDD son suficientes para usar el equipo, pero definitivamente mi recomendación es duplicar esos números para poder disfrutar de todo el poder que este equipo realmente ofrece.
En conclusión
Comparándolo con su competencia en el mundo PC, es un equipo caro. Si tomamos los datos “duros” del hardware, probablemente podemos encontrar equipos de Dell similares a menor precio. Sin embargo, insisto en que la experiencia que propone Apple es la convergencia máxima entre hardware y software. Es un sistema operativo que está diseñado para un hardware específico, y que además resulta ser extremadamente poderoso. Eso se traduce en una experiencia de uso fluida, simple y extremadamente productiva. Si me preguntan a qué público puede estar orientado este equipo, tengo que pensar en los profesionales del audio/video/fotografía. Para el resto, aquellos que necesitan una computadora para tareas más sencillas, les recomiendo la MacBook Pro de 13”, que posee una potencia notable a un precio mucho menor.
Ficha técnica
| CPU | Intel Core i7 de 2.3GHz |
| RAM | 4GB |
| Almacenamiento | 500GB de almacenamiento y unidad SuperDrive de DVD |
| Adaptador gráfico | NVidia GForce GT 650M |
| Puertos | Ethernet, 2 puertos USB 3.0, SD, Thunderbolt, Audio in/out, Firewire, conectividad Airport 802.11n, Bluetooth 4.0 |
| Tamaño | 36,4 x 24,9 x 2,4 cm. |
| Peso | 2,56 Kg. |
Links
iPoint (distribuidor en Argentina)
Pros
+ Procesador i7
+ Puertos USB 3.0
+ Mac OS X Mountain Lion
Contras
– Batería interna
– RAM/HDD insuficiente para aprovechar las capacidades del i7.
Precios
MacBook Pro 13″ Core i5 dual-core 2.5 GHz: $11.999
MacBook Pro 13″ Core i7 dual-core 2,9 GHz: $14.999
MacBook Pro 15″ Core i7 quad-core 2,3 GHz: $17.999
MacBook Pro 15″ Core i7 quad-core 2,6 GHz: $21.499
Fecha de lanzamiento
Junio de 2012 (USA)
Octubre de 2012 (Argentina)
Nota: 8,5
Facundo Arena
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