19 octubre, 2012
Ya sea presentando nuevos servicios on-cloud, o tirando bombas desde la trinchera 2.0 que es su cuenta de Twitter, el programador y corpulento magnate Kim DotCom siempre sorprende, y, parece, siempre va por más.
En esta oportunidad, y mediante una entrevista otorgada a la revista Wired, se despachó con algunos detalles acerca del nuevo locker que está desarrollando con su equipo de trabajo. Se trata de una resignificación del extinto Megaupload, al que Kim y su socio Mathias Ortmann llaman “Mega“.
Megaupload y Mega tendrán en común, como es lógico, que ambos servicios funcionan a suscripción y sirven para compartir archivos. Justamente, el problema legal que llevó al arresto y al derrumbe de todo un modelo de negocios para DotCom, fue provocado precisamente por esos archivos, que podían estar sujetos a derechos de autor. La solución que encontró el programador con ayuda de su equipo legal fue simple: la encriptación.
Cada usuario de Mega se encargará de subir su archivo, y, acto seguido, se ocupará también de encriptar dicho archivo en el mismo navegador, usando el Advanced Encryption Standard algorithm provisto por el servicio. Una vez encriptado, se le provee al usuario de una clave única para que pueda acceder al contenido una vez bajado.
Lo que se alojaría en los servidores del nuevo sistema de DotCom y equipo sería, simplemente, una maraña de códigos ilegible. Mega no tendrá forma de conocer qué contienen sus servidores, y solamente los usuarios, bajo criterio de cada uno, y eventualmente la persona con quien se comparta ese archivo, sabrán qué contiene. La clave que se le otorga a cada usuario no estará en poder de Mega, con lo cual la firma no tendrá herramientas para poder revisar sus propios servidores.
El truco del nuevo servicio es, antes que nada, legal: al no tener forma de conocer el contenido que se aloja, no pueden tener responsabilidad sobre una eventual violación de los derechos de autor, y, de hecho, esta responsabilidad estará en la conciencia de cada usuario, que es el único que puede revelar si lo que subió era una película, canción, libro o lo que fuere.
Tal y como DotCom lo explica, “si los servidores se pierden, si el gobierno intenta violarlos, si alguien los roba o hackea, no les servirá de nada”. “Todo lo que esté en el sitio permanecerá cerrado y privado si no se tiene la llave“.
Por su parte, y de acuerdo a los asesores legales del empresario, la única forma de que acusar jurídicamente a este nuevo servicio sería volviendo ilegal el mismo cifrado, cosa aparentemente imposible dado que la privacidad de la información personal está consagrada en la Declaración de Derechos Humanos de la ONU.
Igualmente, y más allá del uso de información encriptada, Mega tendrá otros reaseguros en contra de posibles contingencias: para evitar que el contenido se pierda habrá servidores en dos países diferentes, ambos con idéntica información, de forma tal que ante un eventual desastre natural o secuestro por parte de las autoridades gubernamentales, la información aún sea accesible y que, al menos durante un tiempo prudencial, se puedan recuperar los datos alojados. Esto evitaría pérdidas de información como las que se dieron con el cierre de Megaupload. Obviamente, estos países no fueron revelados.
Para Ortmann, es muy poco probable que el proyecto sufra un embate gubernamental, “a menos que nuestro equipo legal nos diga que el Departamento de Justicia (de Estados Unidos) se volvió loco de nuevo“.