10 septiembre, 2012
Cada vez que un fabricante lanza un producto con una nueva versión de Android, empiezan las especulaciones respecto a si eso mismo estará disponible para equipos anteriores.
En algunos casos esto sólo es cuestión de tiempo, ya que el técnicamente están todas las condiciones dadas, y de hecho el fabricante ya tenía pensada la actualización incluso antes de su presentación oficial.
En otros esto está descartado de plano, porque o técnicamente el equipo no soporta la nueva versión del sistema operativo o porque simplemente la marca considera que no es rentable poner a su equipo de desarrolladores a trabajar en la adaptación. En este caso, los usuarios terminan acudiendo a mods: versiones de Android no oficiales que usuarios independientes desarrollan para cuando no hay soporte oficial. Uno de los casos más conocidos es CyanogenMod, gracias al cual equipos que oficialmente no superan la versión 2.1 pudieron actualizarse a Gingerbread (2.3) o incluso Ice Cream Sandwich (4.0).
Pero en este caso trataremos una actualización oficial, y es la que Samsung aplicará en breve a la Galaxy Tab 2 de 7″ y la Galaxy Note 10.1, ambas vendidas con Ice Cream Sandwich, y que de esta manera pasarán a Jelly Bean (4.1). Respecto a lo que comentábamos al principio, esto era algo que se estaba esperando desde que la firma coreana presentó al Galaxy Note 2, con la última versión de Android instalada por defecto.
Oficialmente esto todavía no está disponible, aunque como suele ocurrir ya se filtraron las ROMs pero en versiones no terminadas que cuentan con bugs y sólo compatibles con las versiones 3G de estos equipos.
Se supone que Samsung haga el anuncio en las próximas semanas, con lo que sí los poseedores de ambas tablets podrán dar el salto de manera segura, y lo mismo ocurrirá para los que dispongan de un smartphone Galaxy SII y Galaxy SIII.