28 agosto, 2012
La situación cambiaria en la Argentina pasa por uno de sus momentos de mayor incertidumbre: la imposibilidad de adquirir dólares en el mercado oficial a 4,6 pesos y la cotización informal que ronda los 6,3 pesos hacen creer que el país estaría perdiendo competitividad a nivel global. A eso hay que sumarle la inflación, que obliga a los gremios a pelear aumentos de sueldo de 25 por ciento en promedio todos los años.
Ante este escenario, consultamos a Diego Berardo, vicepresidente de la Cámara de Software y Servicios Informáticos (CESSI) para que nos indique si esta situación local está afectando la posición de privilegio de la industria del software argentina en el panorama internacional.
Con el aumento del dólar paralelo y un dólar oficial que no se consigue, ¿Argentina está perdiendo competitividad con respecto a otros países, como China y la india?
Todo depende con qué se compare. Argentina no está perdiendo competitividad. Obviamente, hay un reacomodamiento de jugadores con lo que está pasando más que nada en el Norte (EE.UU. y Europa), con países que antes eran grandes demandantes de tecnología y que ahora han bajado la demanda, como es el caso de España.
En la conferencia de prensa hablábamos de Brasil, con quienes tenemos una relación de 2 a 1 o 3 a 1 en cuanto a la competitividad de lo que es un sueldo promedio. Cuando uno mira los países a los que exportamos, en el caso de España bajamos casi del 5% al 1,2; y en Brasil pasamos del 6% al 11,5. Todavía hay una oportunidad y una competitividad grande, más allá de que pueda haber un reacomodamiento de algún jugador, de alguna empresa que vende o deja una operación y es absorbida por otra. Todavía tenemos una demanda insatisfecha de recursos, todos los años arrancamos con proyecciones de crecimiento del 13 o del 14 por ciento y terminamos en la mitad y tiene que ver con recursos humanos que no podemos conseguir. Pero todavía seguimos siendo competitivos.
Las negociaciones salariales que todos los años logran aumentos de sueldos, ¿tampoco inciden en la competitividad del sector?
El incremento de los salarios, si lo vemos internamente, es una tasa que es absorbida por el incremento del precio de todo. Se mezcla a veces esto con la competitividad. Pero tiene más que ver con mercados que han bajado la demanda y que no tienen que ver directamente con el costo local. Obviamente, cuando uno está en proceso de recambio y se exportaba a determinados mercados y hay que entrar en otro, seguramente hay una diferencia porque se va a tener que competir de entrada. Hay un achicamiento de la competitividad.
Pero tiene que ver con un reacomodamiento de la demanda. No es solamente un tema de los aumentos de los sueldos. Mirar sólo eso es mirar sólo una parte pequeña del problema. Aparte es algo que está pasando en todos lados, no sólo acá. Obviamente, el aumento de los precios y de los sueldos son preocupaciones. Por ello, el primer problema de nuestro último informe es el aumento de los costos salariales y, en segundo lugar, la imposibilidad de conseguir recursos humanos. La tercera es la rentabilidad.
Algunos emprendedores del software se quejan de los altos costos laborales…
Está dando vuelta esa percepción, pero la industria y el sector sigue creciendo, hay oportunidades en distintos mercados y sigue habiéndolas en el mercado local. Ahora, hay un fenómeno que tampoco lo podés generalizar, no sólo con respecto al reacomodamiento de la demanda, sino también a la coyuntura local y algunas tomas de decisiones que ante cierto fenómeno se retrasan.
Entonces empezás a escuchar comentarios de los empresarios sobre un proceso más lento de toma de decisiones. Todavía no se ve un parate, ni una luz roja. Obviamente, el crecimiento esperado para 2012 es menor, pero no es que dejamos de crecer. Ante esa tasa de 3 puntos menos en el incremento de las ventas y de las exportaciones, con respecto a algún aumento de los costos, empiezan a verse preocupaciones más que nada con la diferencia de la rentabilidad. Pero todavía estamos lejos de dejar de ser competitivos, por eso estamos haciendo un plan para reforzar el desarrollo de los mercados latinoamericanos, que tiene que ver con oportunidades que hay más allá de lo que está pasando en el Norte.
¿A qué se refiere con la “coyuntura local”?
Lo que está pasando en el contexto local que tiene que ver cómo desde Argentina se puede exportar o no a distintos mercados, cómo se puede hacer una balanza, estamos viendo con Brasil cómo trabajar esa balanza y ahí hay oportunidades. Pero en el mercado local también estamos desarrollando lo que son las compras del Estado. Obtuvimos aumentos en las últimas mediciones sobre las compras del Estado. Lo que también se ve es que algunas decisiones en las empresas privadas van frenando un poco, por ello hay una expectativa de tres o cuatro puntos menos de crecimiento con respecto al año pasado, pero sigue siendo un crecimiento del 19,6 por ciento contra el 22,4%. No dejamos de crecer ni de ser competitivos.
Mencionó el caso Brasil, ¿están teniendo problemas con las trabas recíprocas a la importación de productos argentinos ?
En nuestro caso, no estamos teniendo problemas porque nunca tuvimos una penetración grande y tenemos un montón de oportunidades. Pasamos a una tasa de exportaciones a Brasil del 11,5 por ciento, que nunca tuvimos tanta penetración. Estamos viendo de abrir una oficina del sector en San Pablo con un grupo de empresas, en nuestro sector está todo por delante, a diferencia de otros sectores que en la balanza comercial actual con Brasil tenían un volumen alto y ahora hubo algún achicamiento. Todavía nos queda tanto por crecer que no nos afectó.
¿Qué áreas del software planean trabajar en Brasil?
El plan que llevamos adelante como desarrollo del sector tiene un eje de los mercados con una plataforma de internacionalización que apunta a abrir representaciones en distintos mercados. En la última medición, del total de ingresos del exterior, el 50,5 % fue de desarrollo y el 21,3 fue venta de productos y servicios. Esos son los dos principales rubros. Cuando se analiza desde los ingresos del sector, el 81,4 es de la vertical de la propia industria, es decir, nos estamos integrando en alguna cadena de valor del software. El segundo es comercio y siguen telecomunicaciones, banca y servicios, y salud. En eso estamos trabajando.
Pablo Iacub, publicó en RedUSERS una columna pidiendo la especialización de las carreras informáticas en las universidades, ¿cuál es la posición de la cámara al respecto?
Estamos de acuerdo. Lo que estamos haciendo más allá de las diferentes carreras, con las becas Control F y Control A, son especializaciones. Ahora lanzamos un programa nuevo con 30 mil becas para programación de móviles y tablets, Android, animación, implementación de sistemas de gestión, aplicaciones para redes sociales, desarrollo de videojuegos, comercio electrónico. Estamos apuntando a especializar en distintas temáticas y trabajamos no sólo con las universidades, sino a través de nuestras becas.
Para finalizar, un tema que siempre le interesa a los lectores que trabajan en el sector, ¿cómo vienen las negociaciones con los sindicatos?
El tema es bastante complejo. Toda industria que prospera y madura tiene un proceso de agremiación que es totalmente natural y lógico. Nuestro sector es muy amplio. Estamos trabajando desde el arranque en el Ministerio discutiendo cuál es el esquema de agremiación del sector que no es una solución única, no es un sólo jugador que resuelve la agremiación del todo el sector, sino que es un esquema que se está avanzando en múltiple donde algunos trabajadores van para un lado y parte va para el otro. Por ejemplo, en una automotriz tienen tres gremios, porque naturalmente tienen una parte que es metalmecánica, otra que es administración, etcétera.
En nuestro caso, pasa lo mismo. Quien está definiendo los pasos es el Ministerio de Trabajo. Tal como adelantó el presidente José María Louzao, estamos avanzando en negociaciones con UTSA (Unión de Trabajadores de Socieades, Autores y Afines) que es el gremio con el que el Ministerio formalmente nos invitó a negociar. Pero no es la solución de todo el sector, más allá de un montón de jugadores que uno haga ruido y que no tienen quizás personería gremial. El tablero es complejo.