11 agosto, 2012
Las compañías discográficas y cinematográficas siempre han reclamado a Google por sus protocolos de búsqueda, argumentando que facilitaban la piratería.
Ahora, y a pesar de que la empresa nunca ha revelado cómo es que los resultados de sus búsquedas se realizan, ni bajo qué criterios se seleccionan los contenidos que llegan a lo usuarios, la realidad es que se está dando un cambio mayor en esos desconocidos criterios. En resumidas cuentas, se rankearán mejor los sitios pagos que los de descarga.
Antes que a lockers de datos como Megaupload, o sitios de torrents, los usuarios de Google que soliciten capítulos de series, discos o películas serán direccionados a sitios como Hulu o Spotify (o, por qué no también, Netflix). Probablemente se trate de una estrategia de Google para congraciarse con las empresas antes mecionadas, ya que debe tener buenas relaciones con los generadores de contenido que llenan su tienda online Google Play.
Desde el buscador declaran que realizar estos cambios les resultará fácil, por cuanto en su sistema de detección de infracciones llega una cantidad enorme de datos sobre cuáles son los sitios más frecuentemente denunciados. Y parece que, ultimamente, ese sistema está trabajando más arduamente: en el último mes Google recibió 4.3 millones de denuncias de remoción de URLs, acumulando más denuncias que todas las que recibió en 2009.
En el comunicado Google se encargó de aclarar que “sólo los titulares de derecho de autor saben si algún contenido está autorizado o no, y solo un juez puede decidir si hubo alguna violación de copyright“, aunque esta aclaración seguramente no le restará críticas de los usuarios.
Google sigue, eso si, revelando los datos de esas estadísticas, listando quiénes son los que más denuncias hacen, los más afectados por estas infracciones y, claro, quiénes son los mayores infractores.
Vía: Google Search Blog, The Verge