19 julio, 2012
La relación entre el gobierno brasileño y Foxconnn Electronics atraviesa un impasse: la administración nacional está frenando la inversión porque el principal ensamblador de Apple no tendría entre sus planes inmediatos instalar una planta de pantallas OLED y estaría importando demasiados componentes.
Según los economistas, la administración de Dilma Rousseff estaría insatisfecha con la creciente demanda de importación de componentes que está realizando Foxconn, reduciendo las posibilidades de que la empresa se afiance en Brasil. La firma niega esos rumores y asegura que seguirá contratando empleados. Otro de los rumores es que la tensión estaría relacionada con la posibible fábrica de pantallas de cristal líquido en Brasil.
El convenio entre Foxconn y el gobierno brasileño consistía en que el Banco Nacional de Desarollo (BANDES) sería socio de la firma china con una participación de hasta el 30 por ciento de la inversión total, totalizando unos 4.000 millones de dólares. Pero la entidad crediticia sólo liberaría los fondos si el fabricante de Apple comenzara a producir las pantallas OLED en Brasil, aunque por el momento sólo existen planos para fabricar paneles LCD y LED.
La reticencia de Foxconn se debe a que no considera oportuno levantar una fábrica de pantallas en Brasil, debido a la desaceleración que vive la economía local y otros países de la región, además de la crisis europea. Pero desde el gobierno de Rousseff seguirían dialogando con la empresa para resolver este conflicto.
Foxconn ya tiene una planta en la ciudad de Jundaí, dentro del estado de San Pablo. Allí fabrica productos para varias marcas, entre los cuales se destacan el iPhone 4S y el iPad de Apple.
Vía: Exame – Conteúdo Nerd