15 mayo, 2012
La prestigiosa revista Forbes eligió a los peores CEO entre las empresas más importantes de Estados Unidos, erigiéndose Steve Ballmer, de Microsoft, como el peor de todos porque no sólo destruyó su empresa, sino que también a compañías que formaban parte de su ecosistema.
“Sin dudas, Ballmer es el peor CEO entre las grandes empresas estadounidenses que estén cotizando hoy. No sólo alejó sin ayuda a Microsoft de alguno de los mercados tecnología más crecientes y lucrativos (música móvil, celulares y tablets) sino que en el proceso sacrificó el crecimiento y las ganancias de las compañías del “escosistema”, como Dell, Hewlett Packard Nokia. El alcance de su mal liderazgo se ha extendido mucho más allá de Microsoft cuando se trata de destruir el valor de las acciones y los empleos”, criticó Adam Hartung, autor del polémico post.
El artículo, además, indica que las acciones de Microsoft costaban 60 dólares en 2000 (cuando comenzó Ballmer) y bajaron a US$ 20, hasta posicionarse en los 30 dólares actuales. Y le otorga el fracaso de Windows Vista, en tanto que Windows 7 y Office 2010 no le interesan a los usuarios y corporaciones. Mientras tanto, Apple tomó el lugar de preferencia para la tecnología personal.
“Así que Microsoft hoy, luego de hundir Zune, su tablet, Windows CE y otros productos móviles, es la misma compañía que Ballmer comenzó a controlar hace una década. Microsoft es una empresa de PC, nada más, ahora la demanda por PCs cambia a lo móvil”, contínua Forbes, y le recomienda al 19º hombre más rico del mundo: “Será mejor que retire para disfrutar de su fortuna antes de evitar que construyan la propia sus sus inversores y empleados”.
El segundo puesto de este ránking fue para Edward Lampert, presidente (no CEO, pero el autor del artículo se permite la licencia de incluirlo) de las tiendas Sears “porque cada vez que pudo disparar, le erró a todos los blancos” y hacer que la empresa se vuelva “muy irrelevante.
La tercera ubicación se la llevó Mike Duke, de WalMart, por permitir el uso de sobornos para que su empresa crezca en el exterior de EE.UU., en tanto que el cuarto puesto fue para Jeffrey Immelt, de General Electric, porque entró con un valor por acción de 60 dólares y lo dejó en los actuales US$ 19; y a John Chambers, de Cisco, porque a pesar de haber reestructurado tres veces la compañía, no se vieron cambios ni mejoras.
Fuente: Forbes