18 abril, 2012
Ingresar al mercado bursátil es la aspiración de muchas grandes empresas. Compañías como Facebook llevan transitando ese camino y están a punto de lanzar su oferta pública de acciones (IPO) de forma de obtener fondos de sus accionistas y aumentar la cotización de su negocio.
El procedimiento para cotizar en Bolsa es prolongado y muy estricto, y requiere que uno o más auditores de renombre internacional evalúen las cuentas y las actividades de la empresa para garantizar una transparencia total. Es por eso que llama la atención la noticia publicada en TorrentFreak y que informa que Megaupload estaba en conversaciones desde hace varios meses con los cuatro auditores más importantes para negociar su salida a la Bolsa. Negociaciones que, obviamente, se interrumpieron en enero con los allanamientos efectuados por el FBI.
Uno de los asesores de Megaupload fue Robert Lim, quien desde sus oficinas en Hong Kong declaró a TorrentFreak: “Comencé a asesorar a la gerencia de Megaupload en la exploración y análisis de opciones para llegar a una IPO desde principios de 2011, si bien tengo entendido que algunos de los socios ya habían estado considerando este tema con anterioridad.”
“Los directivos de Megaupload tuvieron conversaciones con algunas de las firmas contables internacionales más importantes, que gestionan la mayoría de las auditorías de las empresas que cotizan en Wall Street. Estas firmas fueron invitadas por Megaupload para que les preparasen el camino para efectuar una oferta pública de acciones”, declaró Lim.
“En caso necesario, estaban decididos a reestructurar la corporación y la administración para mejorar la eficiencia y la gestión del grupo, revisar y reforzar los controles internos y los procesos corporativos de la compañía. Básicamente, planeaban efectuar todos los procesos claves a los que debe someterse una compañía para prepararse al escrutinio público”.
En definitiva, todas estas acciones no son propias de una empresa que se considere a sí misma como criminal o ilegal. Se ignora si el FBI estaba al tanto de la posible presentación en la Bolsa de Valores por parte de Megaupload, y en caso afirmativo, si ése fue el motivo por el que se apresuraron a allanar a la compañía y a acusar a Kim “Dotcom” Schmitz y sus asociados con una severidad sin precedentes (hasta 20 años de cárcel).