7 marzo, 2012
Por fortuna para nosotros, simples consumidores, las contiendas empresariales y la competencia entre firmas no se circunscriben en exclusivo al cuadrilátero de las demandas por patentes, sino que muchas veces se traducen en el desarrollo de productos y servicios que son, generalmente, más competitivos que sus pares de otras compañías.
Este parece ser el caso de Google Assistant, que es la respuesta de la empresa del buscador a Siri, el asistente activado por voz integrado en el iPhone 4S.
Durante diciembre del 2011 y con el nombre clave de “Majel“, el competidor de Siri se encontraba en fase de desarrollo dentro de los laboratorios de investigación Google X Labs. Cambio de nombre a “Assistant” y el proyecto se mudó a la casa central de la empresa, bajo el mando del equipo de desarrolladores de Android. Ya se comienza a hablar de plazos y objetivos a lograr de aquí a fin de año dentro de Google.
Y aquí lo importante. Aparentemente, y si la aplicación logra desarollarse según las directivas empresariales, el asistente accionado por voz de Google sería mejor que Siri en algunos sentidos: primero se tiene que hacer un sistema que le permita a la computadora comprender el lenguaje humano, traduciendo las palabras, frases y discursos en algo reconocible al software. La comprensión de frases sería mas compleja que el accionar a través de instrucciones simples que tiene Siri.
Luego, mediante una personalización de los contenidos y la forma de interacción del usuario con los mismos, Assistant aprenderá como los humanos manejamos, pedimos o conseguimos la información. Como corolario, se busca que luego del análisis y la comprensión de la petición, Assistant entregue una respuesta de forma inmediata, sin opciones ni pasos intermedios. Con esto, Google Assistant sería, dicen, semejante a interactuar con otro humano.
En añadidura, Google proyecta además entregar esta tecnología (o al menos una parte) a los desarrolladores independientes de aplicaciones, con lo cual se abriría un abanico interesante de posibilidades que Apple cerró con Siri, que quedó en la órbita del software copyright.