15 enero, 2012
La fiebre por obtener cada nuevo modelo de iPhone está llegando a límites escandalosos. Tal es el caso de lo sucedido en China, donde los tumultos provocados por los impacientes compradores obligó a Apple a cerrar una de sus dos tiendas, requirió una fuerte intervención policial y finalmente llevó a la suspensión temporaria de la venta del flamante iPhone 4S en el país oriental.
Pocos minutos después de la medianoche previa a la salida del iPhone 4S, centenares de vendedores ilegales y fanáticos de la marca se agolpaban frente a las dos tiendas que Apple posee en Beijing, soportando temperaturas de hasta 4 grados bajo cero para ser los primeros en comprar el nuevo iPhone, o bien hacer una sustancial diferencia monetaria a través de la reventa ilegal. También se encontraban en el lugar numerosos “coleros”, que ofrecían su lugar en la fila por el equivalente a 150 euros.
Durante la madrugada, en la tienda Apple ubicada en el centro comercial de Sanlitun, comenzaron los disturbios entre los fanáticos y los vendedores ilegales, lo que obligó a la intervención policial para tratar de imponer el orden. Como consecuencia, se retrasó el horario de apertura de la tienda, lo que aumentó la ira de muchos de los presentes, que comenzaron a demostrar su irritación arrojando huevos y otros objetos contundentes sobre la fachada del local de Apple.
Como resultado de los incidentes provocados por los irascibles compradores, las tiendas de Apple tuvieron que ser acordonadas por la policía, y la empresa decidió suspender temporalmente la venta del iPhone 4S en sus comercios de Beijing y Shangai, hasta que se calmen un poco los ánimos. Sin embargo, el público chino tiene la opción de comprarlo a través de Internet y del operador China Telecom.
Los tumultos en China cada vez que sale un nuevo producto de Apple no son una novedad. En mayo del año pasado, dos personas resultaron heridas el día del lanzamiento del iPad 2, cuando un guardia de seguridad de las tiendas Apple se enfrentó a un grupo de revendedores ilegales.
