6 enero, 2012
Incluso después de su muerte, Steve Jobs sigue siendo una inagotable fuente de ganancias… y no sólo para Apple.
Sumándose al furor de la “Jobsmanía”, la empresa In Icons ha producido un muñeco articulado que posee una similitud asombrosa con el carismático líder de Apple recientemente fallecido. El sitio web de la empresa muestra al muñeco de Jobs en las poses típicas de sus presentaciones de productos Apple, y citando frases célebres de su histórico discurso de graduación en la Universidad de Stanford.
No sólo las facciones de Jobs fueron reproducidas con el máximo nivel de detalle, sino también sus aditamentos. Como no podía ser de otra manera, el muñeco se ofrece vestido con la clásica polera negra, los jeans y las zapatillas gastadas que eran la vestimenta típica del CEO de Apple. Y lo acompañan además con un juego de manos intercambiables, dos manzanas (una de ellas mordida) y un taburete como el que solía usar en sus presentaciones, entre otros accesorios.
In Icons ofrece su creación a la venta por $109.99 dólares y afirma que la entrega de los muñecos comenzará a fines de febrero. ¿Lograrán conseguir su objetivo? Es muy poco probable, porque primero tendrán que enfrentarse a la furia desencadenada de Apple. Existen antecedentes al respecto, ya que hace apenas un año la empresa M.I.C Gadget intentó poner en venta una versión caricaturizada de Steve Jobs y los abogados de Apple reaccionaron con todo su poder, alegando que la figura había sido creada sin consentimiento previo. Pese a que los directivos de M.I.C Gadget optaron por la salida humorística y empezaron a ofrecer a su muñeco sin ninguna mención hacia Jobs ni Apple y cubrieron su rostro con una máscara ninja, finalmente tuvieron que disculparse públicamente y retirar a su producto del mercado.
Poco después, una carcaza de iPhone imitando a Steve Jobs enterrado en carbonita al mejor estilo Han Solo no sólo irritó a Apple sino también a George Lucas (otro personaje muy quisquilloso cuando se trata de cuestiones de imagen). Y su creador también se vio obligado a disculparse, además de ser despedido por la empresa productora de la carcaza.
Así que los directivos de In Icons van a necesitar mucha, mucha suerte y abogados muy, muy caros si quieren salirse con la suya.